Cualquier disco puede dividirse en particiones diferentes de forma que el equipo vea cada partición como un disco con su propia letra de unidad y sistema de archivos. Puede ser útil si, por ejemplo, desea instalar uno o más sistemas operativos en el mismo disco duro. Dado que Mac OS X requiere el sistema de archivo HFS+; Windows 7, NTFS y Linux habitualmente ext2/ext3/ext4, sería imposible tener todos estos sistemas operativos en un mismo volumen. Particionar un disco duro único es una alternativa rentable y cómoda a tener que comprar múltiples dispositivos físicos de almacenamiento.
Es mejor crear las particiones antes de escribir datos en el disco duro dado que se trata de una operación muy inestable. Muchas utilidades de disco duro y programas de administración de particiones rechazarán cambiar el tamaño, dividir, combinar, agregar o mover particiones sin borrar toda la tabla de particiones y empezar de cero. Otros administradores de particiones alegan que pueden realizar esas tareas de forma "no destructiva" y, en algunos casos, efectivamente pueden. Pero cuando se altera una tabla de particiones existente, hay muchas probabilidades de que algo salga mal.
El riesgo reside en que la tabla de particiones es esencial para que el sistema lea y escriba archivos en el disco. Si la operación de rehacer las particiones falla, el administrador de particiones se bloquea o el proceso se interrumpe o es incompleto, puede suceder que todo el archivo resulte ilegible. La tabla de particiones antigua no puede recuperarse dado que, para crear una nueva, el administrador de particiones empieza borrando la anterior.
Si esto le sucede, como ha ocurrido a muchos otros usuarios que intentan ajustar las particiones sin que los datos desaparezcan, no pierda la esperanza. Los datos siguen en el disco duro pero, desgraciadamente, los registros de archivo han sido alterados de tal forma que no pueden encontrarse o parecen estar dañados. Imagine que ha contratado a un consultor para reorganizar todos los archivos físicos de la oficina y que ha empezado por sacar todos los registros de las estanterías y a llenar armarios, pero deja el trabajo antes de terminarlo. No sabe qué plan tenía el consultor, en qué etapa estaba, ni por qué decidió abandonar la tarea.
Lo mismo ocurre con una tabla de particiones dañada.
En estos casos, la única esperanza es utilizar una herramienta avanzada de recuperación de datos que pueda localizar e identificar los archivos en función de sus firmas. Las firmas de los archivos son patrones de datos reconocibles que todos o ciertos tipos de archivo tienen. Son una suerte de huella digital o, quizá, de ADN. Los tipos de archivo más frecuentes tienen firmas al principio y al final. Son bits de código hexadecimal que dicen «Este es el comienzo del documento MS Word» y después «Este es el final del documento MS Word». Al reconocer estos patrones de datos, podemos localizar y recuperar archivos de tipos desconocidos, incluso sin una tabla de particiones que muestre dónde o cómo están almacenados los datos.
Si volvemos a la analogía del consultor, una búsqueda de firmas de archivos sería como contratar a otro consultor y asignarle la tarea de buscar todos los archivos y carpetas que tuvieran las facturas de un determinado cliente. Le diría al consultor cómo reconocer las facturas y el nombre del cliente, él leería todos los archivos y carpetas buscando las pistas de identificación, y después le entregaría la información. Para una persona, sería tedioso. No así para un programa.
R-Studio es un programa de recuperación de archivos que busca esos archivos sin formato entre cientos de tipos de archivo conocidos. Además, R-Studio es compatible con los tipos de archivo personalizados conocidos, por lo que puede aprender cuáles son sus firmas y encontrarlos en función de los patrones de datos que revele utilizando el potente editor hexadecimal. R-Studio es muy eficiente a la hora de buscar y recuperar archivos de discos duros cuya tabla de particiones está dañada. Utilizando la búsqueda de archivos sin formato, R-Studio puede recuperar el 100% de los datos pertinentes de los archivos perdidos. Las únicas limitaciones son que no puede recuperar el nombre del archivo ni la ruta de la carpeta (porque esta información se guarda en otro sitio) y que no puede recuperar archivos fragmentados.